Ríete con la vida!

Se dice que reír y sonreír, son la mejor medicina para el alma, pues yo creo que es cierto. Desde niña aprendí a reírme, y recuerdo que una de las razones por las cuáles yo más reía (y aún lo sigo haciendo) es de mí misma. 

Vengo de una familia, que además de ser latina, le sacan el chiste a todo, y se dice, que es de esa manera (a través de la risa) como nuestra sociedad ha sobrellevado muchos problemas. Hoy no me cabe duda de eso. 

El poder reírme me ha enseñado a ser más valiente y continuar adelante, porque en momentos cuando yo quise armar un drama y botar todo por la ventana, decidí reírme y continuar. Reírme me enseñó a darle un toque alegre a mi vida y olvidarme un poco de las amarguras que ésta a veces nos presenta. Reírme me permitió compartir en familia, tener un momento inolvidable con mi hermano y disfrutar de un buen chiste, en el cual muchas veces yo era la protagonista. 

Recordando mi niñez, aún puedo ver a mis hermanos haciendo chistes de las tonterías que nos sucedían. Esas fueron experiencias que sin duda me hicieron ver la vida muy diferente, dándole un sentido positivo siempre.

Hoy miro aquellos que se ríen de sí mismos con admiración, porque han roto los esquemas de la apatía y le han dado otro sentido a las cosas. 

No confundas la risa con la burla, porque son dos cosas bien diferentes, una es ingenua, la otra es malévola. 

Deja que la risa forme parte de tu vida, recuerda que de nada sirve tomarse la vida tan en serio cuando sabemos que ninguno saldrá vivo de ella. 

Entonces ríete con la vida!